Hoy hablaremos sobre los pimientos...

Los pimientos rojos tienen una historia fascinante: originarios de América Central y del Sur, fueron llevados a Europa por los exploradores en el siglo XV y, desde entonces, conquistaron las cocinas del mundo. No es casualidad: además de su sabor dulce y vibrante, son una auténtica joya nutricional. Están repletos de vitamina C (más que una naranja), antioxidantes como la vitamina A y E, y minerales como el potasio y el magnesio, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la piel y dar energía.

¿Cuántas variedades de pimiento existen?

La respuesta corta: ¡muchísimas! El género Capsicum —al que pertenecen los pimientos— cuenta con más de 50 especies conocidas, aunque solo unas pocas se cultivan de forma habitual. Dentro de estas especies, existen miles de variedades que varían en tamaño, color, forma y sabor.

Algunos de los más populares son:

• Pimiento morrón o de asar: grande, carnoso y dulce, perfecto para rellenar o asar.

• Pimiento italiano: alargado, de piel fina y sabor suave, muy usado para freír.

• Pimiento del padrón: pequeños y verdes, famosos por la frase “unos pican y otros no”.

• Pimiento amarillo o naranja: más dulces y suaves, ideales para ensaladas y platos fríos.

• Chiles y guindillas: las versiones más picantes, que van desde un leve cosquilleo hasta un fuego ardiente en boca.

En resumen: hay pimientos para todos los gustos y usos en la cocina, desde dar dulzor hasta aportar intensidad.

¿Por qué algunos pimientos son dulces y otros pican?..

El secreto está en un compuesto químico llamado capsaicina.

• Los pimientos dulces, como los morrones o italianos, no producen capsaicina, por lo que su sabor es suave y azucarado.

• Los pimientos picantes, en cambio, contienen este compuesto en mayor o menor medida, y la sensación de “picor” que sentimos no es un sabor en sí, sino una reacción en nuestras papilas gustativas y terminaciones nerviosas.

La cantidad de capsaicina depende de lEl secreto está en un compuesto químico llamado capsaicina.

• a variedad, las condiciones de cultivo e incluso del grado de maduración del fruto. Por eso dentro de un mismo tipo —como los pimientos del padrón— unos pueden resultar dulces y otros sorprendentemente picantes.

Una escala para medir el picor

Para medir cuán picante es un pimiento, existe la escala Scoville, que va desde 0 (pimiento morrón, nada de picor) hasta millones de unidades en los chiles más extremos, como el Carolina Reaper.

Los pimientos son un ingrediente versátil, lleno de historia, color y matices. Ya sea que prefieras el dulzor de un buen morrón asado o la chispa intensa de una guindilla, hay un pimiento perfecto para ti.

Pimientos rellenos con judías verdes, boniato, calabacín y mostaza con cebolla roja

Los pimientos rojos tienen una historia fascinante: originarios de América Central y del Sur, fueron llevados a Europa por los exploradores en el siglo XV y, desde entonces, conquistaron las cocinas del mundo. No es casualidad: además de su sabor dulce y vibrante, son una auténtica joya nutricional. Están repletos de vitamina C (más que una naranja), antioxidantes como la vitamina A y E, y minerales como el potasio y el magnesio, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la piel y dar energía.

Hoy te propongo preparar unos pimientos rellenos que combinan lo mejor de la huerta: judías verdes, boniato, calabacín y el toque irresistible de mi mostaza con cebolla roja, que equilibra dulzor y un puntito de intensidad. Una receta sencilla, nutritiva y perfecta para lucirte en la mesa.

Ingredientes (para 4 personas)

• 4 pimientos rojos grandes

• 200 g de judías verdes

• 1 boniato mediano

• 1 calabacín

• 1 cebolla roja

• 2 cucharadas de mostaza con cebolla roja (si es de mi tienda, ¡mejor aún!)

• 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

• Sal y pimienta al gusto

• Opcional: un puñadito de queso rallado para gratinar

Paso a paso

1. Preparar los pimientos.

2. Lava bien los pimientos y corta la parte superior (guárdala como “tapa”). Retira con cuidado las semillas y las partes blancas del interior.

3. Cocer el boniato .

4. Pela y corta el boniato en cubitos pequeños. Ponlos a cocer en agua con una pizca de sal durante unos 10 minutos, hasta que estén tiernos pero no deshechos. Escurre y reserva.

5. Saltear las verduras.

6. En una sartén grande, calienta el aceite de oliva. Añade la cebolla roja cortada en juliana fina y sofríe hasta que se caramelice ligeramente. Después incorpora las judías verdes troceadas y el calabacín en dados. Cocina durante 7–8 minutos, removiendo de vez en cuando.

7. Dar sabor con mostaza

8. Añade el boniato cocido a la sartén y mezcla con las dos cucharadas de mostaza con cebolla roja. Rectifica de sal y pimienta.

9. Rellenar y hornear.

10. Precalienta el horno a 180 °C. Rellena los pimientos con la mezcla de verduras y coloca las “tapas” encima. Si te apetece, añade un poco de queso rallado antes de tapar. Hornea durante 25–30 minutos, hasta que los pimientos estén tiernos y jugosos.

11. Servir.

12. Saca del horno, deja reposar un par de minutos y sirve caliente. ¡El contraste de sabores es espectacular!

Un bocado lleno de vida

Esta receta es ideal como plato principal ligero o como acompañamiento en una comida especial. Los pimientos aportan dulzor y color, las verduras frescura y mi mostaza con cebolla roja le da el punto sorprendente que lo hace inolvidable.

Gracias de corazón por estar ahí, por leer, cocinar y darme todo vuestro apoyo y soporte. Sin vosotros, este espacio no tendría sentido. Te invito a seguir visitando mi página, descubrir más recetas y, si aún no lo has hecho, probar mis mostazas artesanales que transforman cualquier plato en una experiencia única.

¡Nos vemos en la próxima receta y que cada bocado te haga sonreír!

Mostaza con cebolla roja

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